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Lista De Los Pueblos Mas Bonitos de España (El Mundo)

La esencia de España está recogida en sus pueblos. Retratos detenidos en el tiempo de cómo era el país antes de que el éxodo rural vaciara sus calles para llenar las de las ciudades. Hoy esos lugares, repletos de recuerdos y belleza, se abren al turismo rural, para aquellos nostálgicos que quieren rememorar cómo era el mundo cuando los rascacielos no tapaban las estrellas.
Está lista es tremendamente injusta, pues cientos de pueblos han quedado fuera de ella, e incluso comunidades enteras no tienen representación. Pero no cabían todos, y se ha intentado mostrar pueblos de los máximos lugares posibles, y no repetir comunidades. Concluyamos diciendo que no están todos los que son, pero sí son todos los que están.
1. Lastres (Asturias)
Al este de Asturias, en la costa del Cantábrico, se encuentra esta pequeña localidad de menos de dos mil habitantes. Ganadora del Premio Príncipe de Asturias al Pueblo Ejemplar, es desde luego un perfecto ejemplo de los pueblos de la costa asturiana. Típica villa marinera, destaca por la belleza de sus calles empedradas, por sus casas y, sobre todo, por su ubicación. Perfectamente adaptada a su entorno, como si la misma Naturaleza la hubiese tallado, Lastres se encuentra en un precioso recodo de la sierra del Sueve, en lo alto de un promontorio sobre el mar, otorgando al lugar una vistas excepcionales tanto del agua como de la montaña.

2. Albarracín (Teruel)
Que Teruel también existe lo demuestran pueblos tan hermosos como Albarracín. Monumento Nacional, Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes, candidata a Patrimonio de la Humanidad... Reconocimientos no le faltan a este pueblo, que se muestra merecedor de todos ellos cuando se recorrer sus calles. A pocos kilómetros de la sierra de Albarracín, donde nace el Tajo, se alza sobre un peñón Albarracín, bañada por el río Guadalaviar. La catedral, el castillo, las murallas y las casas rojizas del pueblo son motivo más que suficiente para visitar Albarracín, que no decepciona nunca a quien se acerca a conocer su magia, que atrapa al viajero y le incita a volver de nuevo a maravillarse allí.

3. Pedraza (Segovia)
Entre la ingente cantidad de pueblecitos que aparecen sobre las llanuras de Castilla, Pedraza es sin duda uno de los más hermosos de todos. Con menos de quinientos habitantes, este pequeño pueblo tiene su principal atractivo en sus encantadoras calles y casas de piedra, que dan nombre al lugar. Situada sobre una colina y con unas vistas magníficas de la sierra, Pedraza es un lugar que parece especialmente diseñado para pasear por él. A pesar de su tamaño, existen varios monumentos que merece la pena ver allí. Lo bien que se come en Pedraza, unido a esas calles por las que perderse una y otra vez, convierten al pueblo en un lugar espléndido para visitar.

4. Úbeda y Baeza (Jaén)
Úbeda y Baeza, Baeza y Úbeda. Dos ciudades y un destino. Galardonadas por la Unesco como Ciudades Patromonio de la Humanidad, Úbeda y Baeza son dos poblaciones que comparten un mismo espíritu. Rodeadas por un mar de olivos, Jaén presume de estas dos joyas inigualables. La sobria belleza de piedra de Baeza contrasta con el delicado estilo renacentista de Úbeda, aumentando una la hermosura de la otra, en una suerte de simbiosis urbana que mejora a ambos lugares. Las calles llenas de arte que vieran nacer a Sabina y pasear a Machado esperar siempre receptivas a los nuevos viajeros que vayan a disfrutar del regalo que la Historia dejó en Úbeda y Baeza.

5. Guadalupe (Cáceres)
Si Santiago eligió Galicia, Guadalupe prefirió Cáceres. Y si toda una patrona de las tierras de habla hispana elige un pueblo como hogar, es que éste debe tener algo especial. Y vaya si lo tiene. El segundo lugar de peregrinación más importante de España, después de La Coruña, es este pueblo de la sierra de Guadalupe, donde una talla de la Virgen fue encontrada por un pastor, que erigiría el pueblo. En él destaca el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad y de una belleza sobrecogedora, que preside desde las alturas el pueblo. Sea por motivos religiosos o simplemente turísticos, la visita a Guadalupe es una de ésas que todo viajero debe realizar.

6. Besalú (Gerona)
Entre la inmensa cantidad de pueblos que hay en Gerona, la mayoría son capaces de quitar el aliento a quien los visite. Así, elegir sólo uno es una decisión difícil, por lo que Besalú deberá representarlos a todos. Lo más llamativo de este pueblo gerundense es su arquitectura medieval magistralmente conservada. Pasear por los rincones de Besalú es realizar un viaje en el tiempo a otra época, de caballeros y castillos, de espadas y escudos, de piedra y madera. Conjunto Histórico-Artístico Nacional, el puente, la judería, las iglesias, y sobre todo el ambiente que se respira en Besalú convierten al pueblo no sólo en uno de los más bonitos de España, sino en uno de esos que hay que ver sí o sí.

7. Hondarribia (Guipúzcoa)
En la desembocadura del Bidasoa, en el último rincón de España antes de llegar a Francia, aparece Hondarribia. En la costa del Cantábrico, y a tiro de piedra de la francesa Hendaya, Hondarribia combina el más puro estilo de pueblo marinero con un impresionante casco antiguo repleto de edificios de interés artístico e histórico. Una muralla, iglesias, palacios, un Parador Nacional... A Hondarribia no le faltan atractivos para ser visitada. La historia que encierran sus calles, la tranquilidad de su playa, su gastronomía y sus fiestas hacen del pueblo un lugar idóneo para conocer.

8. Comillas (Cantabria)
Cantabria, como prácticamente todo el Norte español, tiene tantos rincones de una belleza inaudita que elegir uno es un ejercicio de injusticia para el resto. Pero así es el cruel negocio de las listas, y el ganador ha sido Comillas. A la orilla del Cantábrico, este pueblo fue lugar de veraneo de Alfonso XII, que quedó enamorado de la villa. La Universidad Pontificia de Comillas, si bien trasladó las clases a Madrid, dejó sus jardines y edificios como legado en el pueblo. También se encuentra aquí El Capricho, obra de Gaudí, uno de los ejemplos que modernismo que adornan la localidad. Sus calles son la segunda residencia de muchas personas, que visitan en verano el pueblo, momento en que la población del lugar se multiplica muchas veces. 

9. Ayna (Albacete)
La Suiza de La Mancha, como es conocida popularmente esta localidad albaceteña, se encuentra en plena sierra del Segura, muy cerca del nacimiento del río Mundo. Rodeado por montañas y bosques, desmiente la creencia popular de que La Mancha en general, y Albacete en particular, son una sucesión interminable de llanuras y secarrales hasta llegar a la costa. Ayna, que parece arrancado de un rincón de los Alpes, es un pueblo y pintoresco pueblo de modestas dimensiones, que destaca sobre todo por su entorno natural. Además del espectacular nacimiento del río Mundo, los bosques mediterráneos y los altos picos esconden también la Cueva del Niño, un yacimiento arqueológico con pinturas rupestres.

10. Camariñas (La Coruña)
Y para cerrar la lista, Camariñas. Prácticamente Galicia en solitario podría copar los diez puestos de la lista, pero Camariñas se ha llevado el premio. Se sitúa en la provincia de La Coruña, enfrente del Atlántico, en plena Costa de la Muerte. A parte de la belleza del propio pueblo, con sus museos, su puerto, sus casas y sus faros, son los alrededores los que hacen merecedor a Camariñas de aparecer en la lista. Los espectaculares acantilados que rodean el pueblo son sobrecogedores, así como sus playas salvajes y sus caminos pedregosos. Pasear por las cercanías del pueblo es toda una experiencia, además de una manera genial de descubrir uno de los muchos secretos que Galicia guarda en su interior.
 
Fuente: El Mundo